El ventanuco,
diciembre 2003.

Actualidad y opinión sobre El Valle de Mena
 

 
 

 

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MEMORIA: MONOGRÁFICOS “VALLE DE MENA” 4º EDICION – AÑO 2003.

   

MONOGRÁFICO FOTOGRÁFICO: IGLESIAS DE MENA Y DE LAS MERINDADES, SON 49 FOTOS.
MONOGRÁFICO FOTOGRÁFICO: ARQUITECTURA POPULAR DE LAS MERINDADES CON 40 FOTOS.

En la Cristalera
habitual


El ventanuco de diciembre lo abrimos a los escritos que nos han ido llegando. Al  acercase la Navidad ¿qué mejor que narrar una historia real en forma de cuento? Y para darle color colgamos un bordado en punto de cruz del año 1888 (también recibido por a-mail).



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Como es el último mes de este año 2003 no vamos a colocar morrillazos y sí un BRAVO MUY GRANDE:

Para todas aquellas personas que durante este año 2003 han realizado labores a favor del valle de Mena, sin recibir ni esperar recompensas, simplemente por respeto y admiración hacia esta tierra que alguien acertó en llamar MENA.

En nombre de las rocas de la Peña, de las lomas del Ordunte, de los árboles y plantas, de la fauna, de los prados, de los ríos, de las cuevas, de los cambiantes y siempre bellos paisajes meneses, de los caminos y sendas, de las cabañas del monte... ¡UN MILLÓN DE BRAVOS Y GRACIAS!

 

PARA EL NUEVO AÑO: SALUD Y BUENA VOLUNTAD PARA TODOS.

   
     

“COSTUMBRES DE MI PUEBLO” ISABEL REIGADAS.
                                                     
          (VALLE DE ANGULO / MENA)

 
     

CUATRO COSAS: Estos apuntes fueron hechos cuidando mis vacas: Linda, Lucera, Galana, Bonita, Rubia, Mimosa y Chata que era la jefa de todas. Me acompañaba mi perro “Turco”, de pelo brillante y negro todo él.

     

EL MOLINO”

 
 


-¡ Sebas! Diría la mujer dando un meneo al marido. -¿No oyes como llueve? Ya no podremos sembrar más trigo.
-¿Qué dices, mujer? Añadió el marido, desperezándose.
– ¡sí esta agua nos viene de perlas!. Moleremos, pues no queda casi harina para amasar. Pon los torreznos y el caizo de leche para almorzar. 

   Cada barrio de los siete que había en el valle tenía un molino y el derecho para moler estaba dividido en partes enteras (el día entero), medias (medio día, tocase de noche como de día), un cuarto (seis horas de día o de noche).
Por lo general, cada vecino tenía media suerte (medio día). Tenía que bajar el río de crecida para poder moler.El derecho para moler se echaba a suertes.

-Nos ha tocado de noche, mujer, y bien sabes que si no fuese por la necesidad, no moleríamos. Acuérdate de lo de las niñas y eso que era de día.

Y empezaron a recordar:
     Estaban apurados con la siembra de trigo y era un día de sol radiante. Por las peñas se descolgaba la nieve que arriba en la sierra lo cubría todo y bajo los rayos del sol ésta se deshacía haciendo crecer el río.

-¡Maruchi! Diría la madre, -Vete al molino con tu hermana, aparta la harina de la arqueta para que no se ciegue y ponla en el costal.

Pobrecitas ellas...
Ya habían echado la harina al saco e iban a salir por la puerta cuando pensaron  que era más acertado atar el saco, ya que se podía ladear y caer otra vez a la arqueta.
Al mismo tiempo vieron a “Fieri”, el perro que estaba con ellas, con sus patas sobre la tolva, en actitud de escucha
De repente, escucharon un ruido espantoso.
 La puerta quedó tapada y el tejado amenazaba con caer encima de las dos niñas y el perro. Se acurrucaron debajo de una ventana pequeña que estaba al otro extremo de la puerta y justo encima del río. 

-¡AUXILIOOO..! Gritó Maruchi, mientras Luisiña lloraba a moco tendido y el pobre Fieri aullaba lastimosamente. Nadie las podía oír; las casas quedaban bastante arriba y las gentes sembraban con prisa voceando a sus yuntas.

 Se cansaron de llorar y el perro callaba. De repente, el perro empezó a ladrar como si alguien se acercara, entonces las niñas empezaron a gritar. Era Tachu, un vecino del barrio, que buscaba sus cabras, era joven y buen mozo. Poniéndose debajo de la ventana, entre zarzas y con un soporte de grandes piedras,  primero rescató al perro y luego a las niñas.
La harina quedó allí y el molino medio aplastado por un corrimiento de tierra de las fincas de arriba.
A la mañana siguiente, domingo, a la salida de misa, el suceso de Maruchi, Luisiña y su perro era el tema de conversación de todos los vecinos. 

Isabel Reigadas

 

 
 
     
 

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